Y me quedé atrapada en el cielo, en tu cielo.
Sin sol, ni lluvia, presa de las nubes.
Y me quedé quieta en el tiempo,
hace ya tres años, que yo sigo acá, esperando alguna señal.
Y me quedé sin pretextos,
la única razón por la que sigo acá es porque te quiero.
Te quiero, y cada vez me creo más demente.
Sin querer, te sigo pensando.
Sin saber, te sigo esperando.
Ciega a los hechos, confiada en el destino.
Y si tan solo te hubieras perdido entre los árboles de primavera,
antes de que llegue el invierno.
Y si tan solo Junio hubiera pasado más lento,
Y si tan solo estuvieras acá conmigo.
Te odio, y cada vez me siento más loca.
Sin querer, te sigo soñando.
Sin querer, te sigo imaginando.
Ciega a tus palabras, confiada en mi destino.
De sentimientos transformados en ficciones, de historias que nacen de las estrellas para ser plasmadas en letras, de amores imposibles y sueños infinitos, de amores concretados y fantasías deseadas. De lunas, soles y galaxias, aquí escribo lo que me pasa. Formas de expresar para vaciar una cabeza revuelta y llena de olas, provenientes de los mares de los pensamientos y emociones.
