sábado, 4 de octubre de 2014

Tren 410

Arriba de un tren que va en reversa, mirando como el paisaje va hacia adelante, sólo veo arena.
En un desierto que nadie pisa hace años, donde hace siglos que una lágrima no es derramada en el suelo. El viento hace que la arena baile en el aire, dando vueltas. Cada vez el giro es más violento.
El tren yendo a una velocidad rápida, me remite a todos los pensamientos que alguna vez tuve, y dejé atrás. Sin embargo, es muy tarde para recordarlos.
Con mis ojos en continuo movimiento, observando la ventana, me pregunto ¿Qué hice? ¿Cómo llegué acá? Simplemente me cuestiono, como llegué a ser quién soy.
Solo sé que no fue fácil.
En el desierto, comienzan a formarse sombras. Poco a poco van obteniendo volumen, y haciéndose densa. Ahora lo veo. Dentro de una nube oscura, aparecen los rostros de todas esas personas que dejé atrás en mi camino, por mi voluntad o por la de ellos. Mi mente capta todo en segundos, mi corazón parece que se detiene. Un vértigo recorre mi cuerpo. Los cuerpos van quedando adelante, el tren acelera, y ahora va más rápido. Se quedan adelante de mis ojos, hasta desaparecer.
Una tormenta de arena, rodea el tren. Doradas sacudidas, pica, quema, arde. 
Hoy quiero bajar del tren, porque llevo días y días andando, y el cansancio se apoderó de mi cuerpo. No quiero torturarme con ideas, lo que más deseo es una mente pacífica y callada.
En el desértico paisaje se puede comenzar a divisar, poco a poco, la flora. Cactus, arbustos, más atrás se puede ver árboles. Estoy volviendo a casa.
Todavía me falta un largo viaje, pero estoy volviendo, al fin. Luego de estar tanto tiempo afuera de mi lugar, afuera de mí. Volviendo. 
Sonrisa en mi cara. Desierto frío, plateado. La luna baña lo que veo, todo lo demás es oscuridad. Luna, mi única acompañante, ¡Te ves de maravilla hoy! ¡Qué lindas estrellas te rodean! ¡Brilla, brilla, que pronto voy a estar con vos!
Mis párpados me pesan. De mi boca, emana un bostezo. El tren en reversa, continua avanzando. Me acomodo en el asiento, apoyo mi cabeza contra el vidrio, y mis ojos se están cerrando. 
Luna, decime cómo hacés para estar brillando todo el tiempo. Tu gloria eterna color plata.
Todo se va tornando oscuro, cierro mis ojos. Sueño