viernes, 18 de abril de 2014

Desorden

Mi vida es un completo desorden, un caos inigualable. Sé que es pasajero, como todo en la vida, pero se hace insostenible. No puedo ordenar las cosas, ni a las personas que me rodean, porque desaparecen de un día para el otro. No concibo el hecho de que ya no esté.
Cuando uno está tan ilusionado con la vida que tiene, su sueños comienzan a tornarse en materia y uno puede ver los avances que hace y que logra todo el tiempo, tu vida es un estante ordenado.
Ahora, cuando ese estante se parte a la mitad y las cosas que estaban encima comienzan a chocarse una con otra, uniendose en el vertice de la roptura, cayendose por el medio, estallando en mil pedazos, generando una nube de polvo de ilusiones rotas que te enferma, haciendo que tosas y tosas hasta escupir sangre. Todo era una mentira.
Tu vida tal cual es, es una mentira. Mi vida tambi én. Sólo que uno no se da cuenta que lo es, hasta que se rompe el soporte y ruedan las máscaras.
Todo era un sueño, no podía ser tan perfecto. Él no podía ser tan perfecto. Nosotros no podíamos ser tan perfectos. No. Nunca hubo un nosotros. Y menos ahora, que él ya no está, aunque el no quiso, se fue, y no va a volver.
Es por esto que mi cabeza no soporta el que no hayan encajado las piezas del rompecabezas. Mi corazón late por el mero hecho de vivir, pero se estremece ante tanta desilución. El pecho siente una punzada proveniente del lado izquierdo, haciendo que duela más la situación. Y mi garganta se las arregla para formar un nudo cargado de impotencia y bronca ante todo.
Mi cuerpo en sí es un desorden. Y más cuando el no va a estar. Me gustaría volver el tiempo atrás, aunque estaría viviendo una mentira, que duele tanto.
Entonces al fin y al cabo, secando las lágrimas de mi cara, encontrándome tirada en el suelo, rodeada de pilas de cosas y ropa tirada, me pregunto ¿Vivir una mentira hermosa y soñada, o vivir en una cruda y triste, pero al fin y al cabo realidad?