-Romeo y Julieta (W. Shakespeare)
Julieta ha despertado. Pronto, muy pronto. Y a la vez tarde, muy tarde.
Y qué hubiera pasado si Romeo no fuese Romeo. Si tan solo pudiera abandonar su nombre y adueñarse de otro. Si tan solo pudiera abandonar su identidad, y regresar, aquí conmigo.
Y qué hubiera pasado si hubiera movido tan solo, una pieza del ajedrez de otra manera. Si el caballo no hubiera atacado sobre aquel alfil. O el peón blanco no hubiera derramado su sangre sobre el peón negro. Si total son iguales; solo tienen una diferencia; que pertenecen a grupos distintos. Grupos enfrentados. Como Romeo y Julieta. Como él y yo.
¿Ha de merecerme? ¿Porqué no? ¿Hará de cuidarme si me tiene? ¿Porqué habría?
¿Acaso de el sí me enamoraría? ¿El amor crece en jóvenes inexpertos? ¿Se juzga al amor?
Julieta quiere dormir, no quiere seguir en este mundo, en esta realidad, en la cual sus más profundos sueños no son reales, por ahora.
Ella quiere soñar, soñar con una vida en la cual pueda estar con Romeo, sin perjuicios ni preocupaciones.
Ella quiere vivir con el amor. Quiere enamorarse.
Quiere ser feliz.