miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los rayos de soles daban en su pelo y en sus ojos,
Estaba viviendo lo que millones de veces había soñado.
Los árboles se abanicaban entre ellos,
Las hojas se mecían como cunas.

Ella sonreía, se tapaba los ojos,
El sol era suave, sus sueños se volvían realidad.
La tranquilidad estaba en su mente.
Qué lindo, pensar en el momento.

No le interesa nada más, solamente seguir allí.





Gracias, te amo.