jueves, 21 de octubre de 2010

La última hoja en caer del otoño

Últimamente son tiempos difíciles para todo el mundo (incluyéndome) así que fui buscando salidas para no pasarme en la depresión. Una de ellas es componer canciones y letras; como lo hice antes. Y otra es escribir una breve novela en pocos capítulos. Pondré un capitulo cada semana.



CAPITULO I


Pasaba la gente y los árboles tan rápido, que ni siquiera me daba el tiempo para verles los detalles o caras. "Entonces se acercaron los dos y dijieron la palabra más esperada, te amo le dijo Clara." Di vuelta la página, tomé aire y mis ojos comenzaron a lagrimear. "A Pedro le titilaron los ojos como pequeñas estrellas y esbozó una sonrisa y respondió". Agarré fuertemente el libro y valientemente hundí mis ojos en las diminutas letras que abarcaban una grande historia: "Yo también te amo, Clara. Los dos se abrazaron y se besaron como en sus sueños." Cerré la novela, hacia una semana que la leía; se trataba de un amor platónico y de típicos conflictos adolescentes.
Me había conmovido mucho, y claro aquel relato era la única escapada de mis problemas.

Me había tomado el colectivo, tenía aproximadamente veinte minutos de viaje en los que escuchaba música mientras intentaba dormirme, o sino veía el paisaje urbano por la ventana. Últimamente leía esta narración, ojalá fuera de verdad la historia, Clara la protagonista de ésta era muy parecida a mi, por supuesto que tenía suerte de tener un final feliz. Me paré, toqué timbre y caminé hasta llegar a casa. Comí una manzana y me fui a mi cuarto, coloqué los auriculares en mis diminutas orejas y me acosté. Estaba escuchando una canción que me hacía reflexionar mientras miraba al techo. Se me empezaron a cerrar los ojos, y finalmente una vez más, el sueño me venció.