viernes, 17 de septiembre de 2010

La verdad detrás de los armarios.

Cada vez que mira el cielo, sabe que es un a actuación.
Sabe que terminará la función y señoras con abanico aplaudirán.
Sabe que el rol algún día terminará y las luces se irán.
Entonces contempla el rosado cielo y llora.

¡Qué patético! Señoras con galeras tapan el moho con los armarios.
No quieren que descubran la humedad, la traición.
No lo ven. Los señores no ven nada, solo armarios mal puestos.
No quieren saber el porqué de su posición.

La jovencita esconde el anillo.
Ojos clavados. Ojos que la miran con deseo.
Ella suspira y agita su abanico.
Su vestido sube lentamente.

¡Oh que vergüenza! El moho cubrió los armarios.
La madera se pudrió. Las señoras avergonzadas.
Maridos Furiosos. La presión aumentó.

¡Oh que vergüenza! El moho cubrió los armarios.
La madera se pudrió. Las señoras avergonzadas.
Maridos Furiosos. La tensión aumentó.

letra: vicu szelest